(1637–38) En la historia japonesa, último levantamiento importante contra el gobierno Tokugawa hasta la década de 1860.
Un gran contingente de campesinos, apoyados por los ronin (samurais sin señor), se rebelaron en protesta por la pesada carga tributaria. Después de un triunfo inicial, la rebelión fue aplastada y se calcula que murieron unos 37.000 rebeldes. Debido a que muchos de los campesinos se habían convertido al cristianismo, esta relación fortaleció la decisión del gobierno de aislar a Japón de la influencia extranjera y reforzó enérgicamente la proscripción de todas las actividades y creencias cristianas.
Enciclopedia Universal. 2012.