Inflamación aguda de una o más articulaciones causada por una infección.
La artritis supurativa puede derivar de ciertas infecciones bacterianas; las articulaciones se hinchan, se calientan, duelen y se llenan de pus, lo que erosiona su cartílago y causan un daño permanente si no se la trata pronto con la administración de antibióticos, el drenaje del pus y el reposo de la articulación. La artritis no supurativa puede acompañar a varias enfermedades causadas por bacterias, virus u hongos; las articulaciones se ponen rígidas, se hinchan y duelen al moverlas. El tratamiento incluye reposo, medicación y, en el caso de la tuberculosis, cuidados ortopédicos para evitar deformidades del esqueleto.
Enciclopedia Universal. 2012.