En construcción, una superficie vertical rígida capaz de transferir esfuerzos laterales desde muros exteriores, pisos y techos, a la fundación en el terreno, en una dirección paralela a sus planos.
El muro de hormigón armado o el reticulado son ejemplos de este tipo. Los esfuerzos laterales causados por el viento, terremotos o por asentamientos diferenciales, además del peso de la estructura y de sus ocupantes, crean importantes fuerzas de torsión. Estas fuerzas pueden literalmente cizallar un edificio. Se puede reforzar una armazón con muros rígidos en su interior de modo que mantenga su forma e impida la rotación de sus vértices. Los muros de corte son muy importantes en edificios de gran altura sujetos a cargas laterales por viento y sismos.
Enciclopedia Universal. 2012.