(Del bajo lat. daemonium < gr. daimonion, genio, divinidad inferior, diminutivo de daimon, divinidad.)
► sustantivo masculino
1 RELIGIÓN Diablo, ángel rebelde.
2 RELIGIÓN Espíritu o genio benigno o maligno que en ciertas religiones regía el destino de los hombres.
FRASEOLOGÍA
■ tiene facilidad para darse a los demonios por cualquier nimiedad.
estudiar con el demonio coloquial Mostrar gran agudeza para lo retorcido y negativo.
llevarse a alguien los demonios coloquial Irritarse, enfadarse, desesperarse:
■ estoy que me llevan los demonios.
■ esta sopa sabe a demonios.
ser el demonio o el mismísimo demonio coloquial 1. Ser mala persona. 2. Ser muy inquieto y travieso: este niño es el mismísimo demonio, no para quieto ni un segundo. 3. Ser sagaz y conseguir con habilidad lo que se propone: es el demonio, siempre acaba saliéndose con la suya.
tener el demonio en el cuerpo coloquial Ser excesivamente inquieto:
■ parece que tiene el demonio en el cuerpo, no es capaz ni de disfrutar del descanso.
► interjección
¡demonios! Expresión usada para indicar disgusto o enfado:
■ ¡demonios!, yo no lo pienso aceptar de ninguna manera.
► interjección
■ ¡qué demonios!, tú también lo sabías.
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demonio (del lat. tardío «daemonĭum», del gr. «daimónion»)
1 m. Entre los antiguos, divinidad o *espíritu bueno o malo, adscrito al destino de un hombre, de una ciudad, etc.: ‘El demonio de Sócrates’.
2 Nombre dado a los seres que, siendo al principio *ángeles, fueron desterrados de la presencia de Dios por su rebeldía; los cuales habitan el infierno y fomentan el mal. Se usa generalmente en singular y con artículo, bien representando a Lucifer o príncipe de ellos, bien como una personificación del espíritu del mal: ‘Tiene hecho pacto con el demonio’. ≃ Diablo. ⊚ Frecuentemente se particulariza como adscrito a un vicio o pecado: ‘El demonio de la soberbia’. ⊚ También, a veces, en tono informal, a una falta: ‘Le tentó el demonio de la curiosidad’. ⊚ En el catecismo se incluye entre los «enemigos del alma»: ‘mundo, demonio y carne’. ⊚ Se emplea el nombre para *asustar a los niños.
3 (n. calif. o en comparaciones) Persona muy *fea.
4 (n. calif. o en comparaciones) Persona muy *mala.
A demonios (inf.). Con verbos como «saber» u «oler», muy *mal: ‘Este huevo sabe a demonios’. ≃ A rayos.
¡Al demonio [con]! V. «¡Al diablo [con]!».
Como el [o un] demonio (también con «diablo, demontre» o «diantre»; inf.). Expresión para *ponderar o exagerar algo, aunque no sea malo: ‘Esto amarga como un demonio’.
¿Cómo demonios...? (también con «diablos» o «diantres»; inf.). Expresión empleada cuando se pregunta algo con *extrañeza, *disgusto o consternación: ‘¿Cómo demonios se te ha ocurrido tal cosa?’.
Cuando el demonio no tiene que hacer con el rabo mata [o caza] moscas (también con «diablo»; inf.). Comentario que se hace cuando alguien pasa el tiempo en una tontería. ⇒ *Pasatiempo.
Darse a [todos] los demonios (también con «diablos»). *Desesperarse, *encolerizarse o *maldecir.
De mil [o de todos los] demonios (también con «diablos»; inf.). Grandísimo: ‘Un escándalo [o borrachera] de todos los demonios’.
Del demonio (también con «diablo»; inf.). Expresión con que se *pondera la gran magnitud de algo, particularmente de un lío, jaleo o escándalo: ‘Armaron un jaleo del demonio’.
¡Demonio[s]! (inf.). Interjección de sorpresa o *enfado. ≃ ¡Demontre!, ¡Diablo[s]!
¡Demonio con...! (también con «diablo»; inf.). Equivale a «¡demonio!», precediendo al nombre de la cosa que provoca el enfado o asombro: ‘¡Demonio con esta mujer!’
¡Demonio de...! (inf.). Forma interjecciones con las que se muestra enfado en relación con lo expresado por el nombre al que se antepone: ‘¡Demonio de niño!’.
¡El demonio de...! (también con «diablo»; inf.). Expresión que se antepone al nombre de algo con lo que se muestra enfado: ‘¡El demonio del crío...! Me va a volver loca’. También expresa asombro por la habilidad o picardía de alguien: ‘¡El demonio de tu hermano...! Consigue todo lo que quiere’.
El demonio, harto de carne, se metió a fraile. V. «el diablo, harto de carne, se metió a fraile».
El demonio las carga. V. «el diablo las carga».
El demonio que... (también con «diablo»; inf.). Expresión con que se pondera la dificultad de lo que expresa el verbo: ‘El demonio que te entienda’.
Llevarse a alguien el demonio [los demonios o todos los demonios] (también con «diablo»; inf.). *Encolerizarse.
No sea el demonio que... V. «no sea el diablo que...».
No tener el demonio por dónde coger a una persona. V. «no tener el diablo por dónde coger a una persona».
No tener el demonio por dónde dejar a alguien. V. «no tener el diablo por donde dejar a alguien».
¡Qué demonio[s]! (también con «diablo, demontre» o «diantre»; inf.). Interjección con que se pone *énfasis en algo que se dice: ‘Usted, ¡qué demonio!, también estaba asustado’. ⊚ También, intercalada en algo que se dice, expresa *enfado: ‘Eso, ¡qué demonio!, no es a mí a quien se lo tienes que decir’.
Ser el [mismo o mismísimo] demonio. 1 Ser muy *malo. 2 Ser muy *travieso. 3 Ser muy *hábil.
Tener alguien el demonio [o los demonios] en el cuerpo (también con «diablo»). Aplicado particularmente a chicos, ser muy *inquieto o *travieso.
⃞ Catálogo
Ángel malo, Ángel de tinieblas, antecristo, anticristo, ayacuá, el bu, cachano, camuñas, cancón, cuco, demonche, demontre, diabla, diablejo, diablesa, diablo, dianche, diantre, diaño, enemigo, enemigo malo, energúmeno, espíritu infernal, espíritu inmundo, espíritu maligno, familiar, huerco, íncubo, el maligno, el malo, mengue, papón, Pateta, el pecado, príncipe de las tinieblas, la serpiente, súcubo, el tentador. ➢ Misa negra. ➢ Lémures. ➢ Leviatán. ➢ Cachidiablo. ➢ Demoniaco, diablesco, diabólico, endemoniado, endiablado, mefistofélico, satánico. ➢ Luciferismo. ➢ Arrepticio, endemoniado, energúmeno, espiritado, poseído, poseso. ➢ Conjurar, desendemoniar, desendiablar, exorcizar. ➢ Demoniomanía, demonismo, demonografía, demonolatría, demonología, demonomanía. ➢ Pacto. ➢ Infierno. ➢ *Hechicería.
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demonio. (Del lat. daemonĭum, y este del gr. δαιμόνιον). m. diablo (ǁ ángel rebelado). || 2. diablo (ǁ príncipe de los ángeles rebelados). El demonio. || 3. En la doctrina cristiana, uno de los tres enemigos del alma. || 4. Espíritu que incita al mal. || 5. Sentimiento u obsesión persistente y torturadora. El demonio de los celos. Los demonios interiores. || 6. En la Antigüedad, genio o ser sobrenatural. El demonio de Sócrates. || \demonios familiares. m. pl. Rasgos que se consideran como defectos u obsesiones, propios de un grupo social o de una persona. || a \demonios. loc. adj. coloq. Dicho de un olor o de un sabor: Muy malo o desagradable. || 2. loc. adv. coloq. Muy mal. Huele, sabe a demonios. || cómo \demonios. loc. interj. qué diablos. || como un \demonio. loc. adv. coloq. Con exceso, más de lo habitual. Es feo como un demonio. || del \demonio. loc. adj. coloq. Extraordinario, tremendo. Hace un frío del demonio. || de mil \demonios. loc. adj. coloq. del demonio. || demonio, o demonios. interjs. coloqs. diablo. || estudiar con el \demonio. fr. coloq. Dar muestras de gran ingenio y agudeza para lo malo, o de gran travesura. || llevarse a alguien el \demonio, o los \demonios, o todos los \demonios. frs. Encolerizarse o irritarse demasiado. || ponerse alguien como un \demonio, o hecho un \demonio. frs. llevarse el demonio. || qué \demonios. loc. interj. qué diablos. || revestírsele a alguien el \demonio, o los \demonios, o todos los \demonios. frs. llevarse el demonio. || ser el \demonio, o el mismísimo \demonio, o el mismo \demonio, o un \demonio. frs. coloqs. Ser demasiado perverso, travieso o hábil. || tener el \demonio, o los \demonios, en el cuerpo. frs. coloqs. Ser excesivamente inquieto o travieso.
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Para otros usos de este término véase Demonio (desambiguación). Un Demonio (griego: δαίμων ['espíritu, genio']) es un ser mitológico de diferente naturaleza según la cultura de que se trate. La concepción más extendida en Occidente es la judeo-cristiana, según la cual, los demonios son espíritus del mal con la potestad de poseer a los seres humanos. Para el cristianismo, en particular, los demonios son espíritus inmundos, vale decir, esbirros de Satanás, príncipe de este mundo y enemigo declarado de Dios y sus ángeles, cuya morada es el regnum caelorum [reino de los cielos]. Se le identifica con el Ángel caído, que se rebeló contra Dios.* * *
► masculino Diablo.
► RELIGIÓN Entre los antiguos, especie de intermediario entre los dioses y los hombres; en la Biblia los demonios aparecen como ángeles malos en lucha contra Dios y el hombre.
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En las religiones del mundo, cualquiera de los varios espíritus malignos que median entre los reinos de lo sobrenatural y lo humano.
El término proviene de la palabra griega daimon, poder divino o semidivino que determina el destino de una persona. El zoroastrismo tenía una jerarquía de demonios, que estaban en constante batalla contra Ahura Mazda. En el judaísmo se creía que los demonios habitaban los yermos desérticos, las ruinas y las tumbas, y provocaban trastornos físicos y espirituales a la humanidad. El cristianismo colocó a Satanás o Belcebú a la cabeza de los demonios y el Islam designó a Iblis o Satanás como jefe de una hueste de maléficos jinn. El hinduismo tiene muchos demonios, llamados asuras, que se oponen a los devas (dioses). En el budismo, se considera que los demonios son tentadores que impiden alcanzar el nirvana.
Enciclopedia Universal. 2012.